Me ha dado por escribir esta entrada por una reciente publicación que ha hecho una de mis medias hermanas acerca de padres irresponsables... y fue allí que recordé al mío.
A mi padre biológico lo conocí si mal no recuerdo a los catorce años. Eran los últimos días en la secundaria pues después de las vacaciones de verano ya se venía el ingreso al taller de bachillerato. Francamente recuerdo fueron días nostalgicos porque eran los pocos momentos que compatiría con mis compañeros, así que yo quería estar allí (era opcional ya no presentarse).
En esa semana recuerdo estar tonteando en mi aula cuando de pronto el prefecto me llama para avisar mi madre estaba buscandome. Al salir y no verla por ningún lado, regresé los ojos con el prefecto y pensé ESTE ESTÁ LOCO O ME JUEGA UNA BROMA. Recuerdo preguntarle sí estaba a la entrada de la escuela, a lo que señaló tras de mí y por inercia me giré porqué creí mi madre ya venía por el pasillo. Pues nada, era un tipo que en la vida había visto. ¿Y MI MAMÁ?, le pregunté, a lo que me respondió el prefecto YO DIJE TU PAPÁ, NO MAMÁ. Jo. Supongo pudo haberlo dicho pero como "papá" no formaba precisamente parte de mi vocabulario... pude haberlo cambiado por lo que yo mejor relacionaba. "YO SOY TU PAPÁ, ¿NO TE ACUERDAS DE MI?" fueron sus palabras exactas.Y sonreía orgulloso el muy idiota.
Aún después de trece años transcurridos puedo volver a sentir perfectamente lo que en ese entonces me embargó: una mezcla entre miedo, emoción y asco, estaba realmente en un shock sobre lo que ocurría. A la pregunta que me hizo, le dije que obviamente lo desconocía porque ¿DONDE DIABLOS HABÍAS ESTADO EN LOS ÚLTIMOS DIEZ AÑOS?! (mis padres se divorciaron cuando yo tenía cuatro de edad). Cuando lo cuestioné acerca de qué es lo que quería, dijo: "PLATICAR CONTIGO Y SABER CÓMO HAZ ESTADO". ¡¿Enserio?! Me mata de risa porque sin duda esta persona, que no me conocía en lo absoluto, me estaba subestimando.
Unas semanas antes mi mamá habló conmigo para informarme estaba demandando la pensión alimenticia a mi padre biológico. No pude estar más de acuerdo porque vaya que se había tardado.
Con este dato no es dificil averiguar el porque esta persona de pronto le entraba el bicho paterno. Sabía que tenía las de perder y una deuda inmensa conmigo, tanto monetaria como moral, ¡no estuvo en diez años!
Creo haber dialogado con él y sacarle la verdad en algún punto: quería lo ayudara a convencer a mi mamá de cancelar la demanda. Me molestó y aún en la actualidad sigue pareciendome un descaro de su parte. Lo que le siguió a continuación es confuso pero sé que le pedí esperara, huí al salón de clase e intenté contactar con mi mamá con ayuda del celular (¡por fin servía de algo además de jugar a la serpiente o presumirlo a todos por tener la pantalla a color!) más no tuve éxito. Entonces intenté contactar a mi abuela. Para esto respondió un tío (que es otro tema muy, muy delicado), luego me comunicó con la abuela y nuevamente él se adueñó del teléfono. NO QUIERO HABLAR CONTIGO, QUIERO A MI ABUELA Y A MI MAMÁ. NO, NO QUIERO VENGAS TU, QUIERO A MI MAMÁ. ¡Mi mamá, mi héroe, carajo! Mis amigas de entonces supongo no pudieron pasar por alto mi "shockeante" situación porque tras la llamada no se apartaron, incluso hacían de espías y vigilaban nadie ajeno se colara al salón, pues cerraron la puerta.
Desconozco de qué manera mi madre llegó. Yo sólo salí del salón cuando me dieron aviso de que ella venía por la explanada. Que satisfactorio fue verla confrotandose con ese sujeto, dejarlo tan pálido como yo lo estaba y que encima de todo no tuviera las agallas más que de agachar los ojos.
Tuve que volver por mis cosas e irme con mi madre a su trabajo.
Ya no me permitió regresar.
Por partida doble, temo el derecho de acusar a mi padre biológico por arruinarme mis últimos días en la secundaria. ¡Y todavía años después se atrevió a reclamar el porqué no lo visitaba!
Insensato hasta el final.
A mi padre biológico lo conocí si mal no recuerdo a los catorce años. Eran los últimos días en la secundaria pues después de las vacaciones de verano ya se venía el ingreso al taller de bachillerato. Francamente recuerdo fueron días nostalgicos porque eran los pocos momentos que compatiría con mis compañeros, así que yo quería estar allí (era opcional ya no presentarse).
En esa semana recuerdo estar tonteando en mi aula cuando de pronto el prefecto me llama para avisar mi madre estaba buscandome. Al salir y no verla por ningún lado, regresé los ojos con el prefecto y pensé ESTE ESTÁ LOCO O ME JUEGA UNA BROMA. Recuerdo preguntarle sí estaba a la entrada de la escuela, a lo que señaló tras de mí y por inercia me giré porqué creí mi madre ya venía por el pasillo. Pues nada, era un tipo que en la vida había visto. ¿Y MI MAMÁ?, le pregunté, a lo que me respondió el prefecto YO DIJE TU PAPÁ, NO MAMÁ. Jo. Supongo pudo haberlo dicho pero como "papá" no formaba precisamente parte de mi vocabulario... pude haberlo cambiado por lo que yo mejor relacionaba. "YO SOY TU PAPÁ, ¿NO TE ACUERDAS DE MI?" fueron sus palabras exactas.
Aún después de trece años transcurridos puedo volver a sentir perfectamente lo que en ese entonces me embargó: una mezcla entre miedo, emoción y asco, estaba realmente en un shock sobre lo que ocurría. A la pregunta que me hizo, le dije que obviamente lo desconocía porque ¿DONDE DIABLOS HABÍAS ESTADO EN LOS ÚLTIMOS DIEZ AÑOS?! (mis padres se divorciaron cuando yo tenía cuatro de edad). Cuando lo cuestioné acerca de qué es lo que quería, dijo: "PLATICAR CONTIGO Y SABER CÓMO HAZ ESTADO". ¡¿Enserio?! Me mata de risa porque sin duda esta persona, que no me conocía en lo absoluto, me estaba subestimando.
Unas semanas antes mi mamá habló conmigo para informarme estaba demandando la pensión alimenticia a mi padre biológico. No pude estar más de acuerdo porque vaya que se había tardado.
Con este dato no es dificil averiguar el porque esta persona de pronto le entraba el bicho paterno. Sabía que tenía las de perder y una deuda inmensa conmigo, tanto monetaria como moral, ¡no estuvo en diez años!
Creo haber dialogado con él y sacarle la verdad en algún punto: quería lo ayudara a convencer a mi mamá de cancelar la demanda. Me molestó y aún en la actualidad sigue pareciendome un descaro de su parte. Lo que le siguió a continuación es confuso pero sé que le pedí esperara, huí al salón de clase e intenté contactar con mi mamá con ayuda del celular (¡por fin servía de algo además de jugar a la serpiente o presumirlo a todos por tener la pantalla a color!) más no tuve éxito. Entonces intenté contactar a mi abuela. Para esto respondió un tío (que es otro tema muy, muy delicado), luego me comunicó con la abuela y nuevamente él se adueñó del teléfono. NO QUIERO HABLAR CONTIGO, QUIERO A MI ABUELA Y A MI MAMÁ. NO, NO QUIERO VENGAS TU, QUIERO A MI MAMÁ. ¡Mi mamá, mi héroe, carajo! Mis amigas de entonces supongo no pudieron pasar por alto mi "shockeante" situación porque tras la llamada no se apartaron, incluso hacían de espías y vigilaban nadie ajeno se colara al salón, pues cerraron la puerta.
Desconozco de qué manera mi madre llegó. Yo sólo salí del salón cuando me dieron aviso de que ella venía por la explanada. Que satisfactorio fue verla confrotandose con ese sujeto, dejarlo tan pálido como yo lo estaba y que encima de todo no tuviera las agallas más que de agachar los ojos.
Tuve que volver por mis cosas e irme con mi madre a su trabajo.
Ya no me permitió regresar.
Por partida doble, temo el derecho de acusar a mi padre biológico por arruinarme mis últimos días en la secundaria. ¡Y todavía años después se atrevió a reclamar el porqué no lo visitaba!
Insensato hasta el final.
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