Eterna delgada

Cuando me mudé al piso donde actualmente estoy (y del cual estoy enamorada, es un lugar pequeño pero con espacios bien proporcionados) creí sería todo tranqui. Vaya error empezando por el local de estúpidos que más parece tengan un bar maloliente que un taller de serigrafía. La vecina ya ni se diga: es de esas abuelas con complejo de quinceañera. ¿Es tan dificil pedir bajen la música, no martillen a la una de la mañana y no hagan fiestas porque son espacio tan pero tan pequeños que pareciese estuviera en mi sala de estar? No puedo, sinceramente quiero desesperadamente largarme de aquí pues ya estoy cansada. Despierto siempre molesta y estresada, siempre hay ruido sin importar la hora que sea. He intentado hablar con la casera al respecto (como se supone debe ser sí es que se espera algún tipo de resolución) pero -dirían los españoles- FLIPO con ella. ¿Es cobarde? ¿No le interesa? ¿Hay alguna clase de empatía por ellos? No lo sé, ¡qué rayos sucede con esa mujer?! Si le digo ¡HEY, LOS D...

Me ha dado por escribir esta entrada por una reciente publicación que ha hecho una de mis medias hermanas acerca de padres irresponsables... y fue allí que recordé al mío. A mi padre biológico lo conocí si mal no recuerdo a los catorce años. Eran los últimos días en la secundaria pues después de las vacaciones de verano ya se venía el ingreso al taller de bachillerato. Francamente recuerdo fueron días nostalgicos porque eran los pocos momentos que compatiría con mis compañeros, así que yo quería estar allí (era opcional ya no presentarse). En esa semana recuerdo estar tonteando en mi aula cuando de pronto el prefecto me llama para avisar mi madre estaba buscandome. Al salir y no verla por ningún lado, regresé los ojos con el prefecto y pensé ESTE ESTÁ LOCO O ME JUEGA UNA BROMA. Recuerdo preguntarle sí estaba a la entrada de la escuela, a lo que señaló tras de mí y por inercia me giré porqué creí mi madre ya venía por el pasillo. Pues nada, era un tipo que en la vida había visto. ¿Y...

Izq. Candice Swanepoel - Der. Maggie Beltran Aquí yo nuevamente. La noche de ayer luego de tumbarme a llorar, patalear y desear despedirme de la vida (y ya veo hay unos cuantos somniferos que pueden ayudar sin que deba pegarme un tiro en la cabeza, tampoco quiero armar un escandalo), tras tranquilizarme y demás, me fuí a revisar el correo. Me encontre con que alguien/ALGUNOS habían intentado contactarme a través de esas páginas de citas a ciegas... O bien, llamemoslo mejor de "tratos para conseguirse un Sugar Daddy", porque sí, estoy desempleada y claramente desesperada. Sin detallar tanto intercambié mensajes con uno en particular y al recibir su última respuesta ha dicho lo siguiente: " Uuufff que bueno que contigo noo haya sorpresas y si seas bonita como tu foto y cuerpo atleticoo que chidooo yyy  Uy no, ó sea, ¿cómo? Ya podrás empezar a saber que yo me indigno con facilidad PERO me indigno aún más cuando otros asumen cosas que ¿ni al caso? Aunque bie...

Algunas veces me he llegado a preguntar cuanto tardarían en darse cuenta de que me he ido, después de todo vivo sola en esta ciudad, mi mamá me escribe 1, 2 o ninguna vez a la semana, mi abuela no tiene la menor idea de como marcarme directamente al celular y la única persona que conozco... bueno, hace casi un mes que no le he dirigido la palabra (ese ya es otro asunto). Quizás, ¿tarden dos o tres semanas? ¿Un mes? No sé porque de pronto me entra la curiosidad por saberlo sí cuando me vaya yo no me enteraré de nada. Ciertamente en noches como estas, cuando me digo YA NO PUEDO MÁS, QUIERO IRME, empiezo a planear incluso en qué posible posición podrían encontrarme (de darse prisa) o cuántas velas con aroma serán necesarias colocar para que el hedor de mi cuerpo en descomposición no incomode tanto... Es desalentador sabes, el tener que llegar a tanto para poder llamar la atención de quienes crees DEBEN dartela. Como estaré recalcando una y otra vez, tengo 27 años y soy una persona perdi...

Compartir es lo mismo a la vulnerabilidad que no había estado dispuesta a arriesgar desde hace ya bastantes años. Puedo decirte que el simple hecho de intentar escribir estas líneas son un palpitar imparable y una oleada de pensamientos y reproches que todo mi ser no ha podido evitar hacerse sin colapsar desde hace mucho. Soy una persona solitaria e insegura que teme arrastrar dos "rr" a modo francés cuando se encuentra ante alguien que desea impresionar; alguien que conforme al pasar de sus años se vuelve "socialmente torpe" y es malísima para hacerse de amigos pero que sin embargo tiene un talento especial para perderlos. Ya ni hablemos de esas relaciones de noviazgo que mayormente quedan en intentos por causa de mis largos silencios y vacilantes pasos. Tengo menos de 27 años y sigo sin establecerme, sin encontrar mi rumbo y puedo mantenerme únicamente por la herencia que me ha dejado mi abuelo. Tampoco es que hablemos de un monto elevado por...