Desde que recuerdo me he visto sola. Cuando llegué a la adolescencia viví toda esta etapa separada del resto pues prefería la gente en realidad virtual a tener que convivir con la frivolidad de mis compañeros de clase. Durante algún tiempo reflexioné acerca de poder integrarme al resto -aunque tuve que deslindarme de mi fase asocial, obligar a mi memoria ser pesima y decirle a mi capacidad de análisis que desaparecieran-, lo cual logre y fui feliz y plena. Esto no duró mucho y volví a retraerme. Hoy en día, soy mas retraida y ahora es cuando me pregunto ¿tan malo es? ¿Acaso no puedo aprender a vivir con ello? Es cierto algunas veces quisiera poder hacer cosas fantásticas, sentirme linda, querida, aceptada y admirada, sin embargo también rechazo esta idea porque me hace sentir incomoda de tan solo pensarlo. He intentado entonces aprender a aceptar que no soy como otros, que mi integración no es tan necesaria, pero que al mismo tiempo también estoy aceptando un camino dificil.
Como Miss Golightly, Truman fue abandonado por todos cuantos le acompañaron en sus mejores años, sobre todo sus conocidos más influyentes y poderosos. Por eso Truman Capote es Holly Golightly y Holly Golightly es Truman Capote : ambos seres incompletos, rechazados, abandonados; ambos seres solitarios y desamparados, solos ante un mundo al que no pertenecen ni les pertenece, inmersos en la búsqueda constante de un lugar al que llamar hogar y saber quiénes son; al fin y al cabo, un lugar en el que sentirse como en Tiffany’s.